Febrero de 1990
La noticia me lleno de alegría e ilusiones, una satisfacción inmensa inundo mi corazón. Había cumplido la primera meta a partir de haber conformado una familia, ser papa. La gestación de esa nueva vida se venia desarrollando en la forma correcta, llegando el día que lo vimos por primera vez. Era tan pequeño, esos movimientos dentro de su mundo lo hacían ver como un ángel volando en su propio cielo. Fueron nuestras primeras sensaciones de lo que disfrutaríamos mas adelante. A medida que pasaba el tiempo nuestro contacto era cada vez mas fluido, su corazón latía como un reloj jamás creado por el hombre sobre la tierra, llegando casi a entendernos cotidianamente. Porque? Porque era parte de uno mismo, pudiendo imaginarnos que tendría la fisonomía de mama o papa, su cara, sus ojos, su pelo, sus gestos, su carácter, o la de ambos a la vez, ya que había sido fruto del amor de dos personas, ese amor que lo traería a este mundo no interesaba saber su sexo, Dios seria quien lo decidiría. Seria un niño perfecto, generaciones lo decían así, no había porque estar preocupados por su salud, los controles periódicos así lo indicaban. Sus deseos de conocer a sus padres hizo adelantar la fecha de parto. Sin cursos ni recomendaciones ingresamos a la sala, seria una experiencia inolvidable, compartir con su madre la mas grandiosa obra creada por Dios, el nacimiento de una nueva vida. De inmediato hizo notar su presencia con ese sollozo inconfundible, su llanto se calmo al ser colocado en el vientre de su madre, era de esperar ello, su mundo estaba ahí adentro, pero su sentimiento era otro, conocer a las personas que con tanto amor lo habían hecho realidad. Nació varón, su nombre AGUSTIN. La alegría duro poco, el medico noto rasgos que no eran común en recién nacidos. A partir de ahí entramos en un mundo nuevo, diferente, golpista, lleno de intrigas y tabúes, que en principio noches sin lunas y días sin soles empezaron a oscurecer nuestra vida. El diagnostico clínico estaba dado, faltaba confirmarlo con su sangre, que en poco tiempo dio su resultado: TRISOMIA 21. Éramos científicos tratando de buscar una solución, haciendo consultas por aquí y por allá, pedíamos a la ciencia encontrar algún exilir, una respuesta lo mas pronto posible, pero nos dimos cuenta que íbamos por un camino errado al encuentro de una solución, la ciencia no era la explicación, pero por esa gracia divina encontramos la dirección correcta, era simple, perfecta y especial a la vez, lo decía todo, solo cuatro letras: AMOR, ese amor que lo trajo al mundo desconocido seria el encargado de guiarlo y de ser la persona que nosotros imaginábamos en nuestro sueños, que daría las fuerzas necesarias para seguir adelante, para que habra caminos, para que traiga felicidad, dicha y alegría. Por eso AGUSTIN es sinónimo de fe, amor, alegría y felicidad en nuestro mundo. Porque? Porque AGUSTIN es hijo de Dios.-
PD: Despues de 18 años, y luego de haber pasado por situaciones complicadas en la salud, educacion y bienestar de AGUSTIN, estoy convencido de seguir en este mundo de alegria, felicidad, logros, metas, objetivos, valores, esfuerzo y sobre todo amor.-
N de la R: Dario es un papa colaborador de la Fundacion.-